lunes, 8 de junio de 2009

OS CASTROS DE VILLARMEIRÍN

De todos en la zona es bien sabido que en los Castros de Villarmeirín existe un tesoro escondido bajo una peña que tiene tres herraduras marcadas. Debajo de dicha peña hay un Niño Jesús en su cuna, de tamaño natural, todo ello de oro macizo. Según cuenta Miguel "Yuma" en su libro sobre Ibias, "el sagrado conjunto lo habrían enterrado allí los moros después de haberlo robado en una lejana y desconocida catedral". Parece ser que más de uno removió la tierra infructuosamente porque, según dice la leyenda, tal tesoro sólo lo podrá encontrar alguien que no lo busque.

En primer plano, Os Castros de Villarmeirín

De esta leyenda y de las bromas que dicho tesoro suscitaba entre los vecinos, nos hablaba hace unos días el Trasgo del Cadavín:


"A cuento de los Castros , me viene a la memoria una historia que escuché hace muchos años: Parece ser que algunos vecinos de Villardecendias quisieron hacerse ricos buscando tesoros en los Castros, a escondidas de los vecinos de Villarmeirin, lo que motivó que estos últimos acordaran compensar tantos esfuerzos, ocultando bajo tierra, en un profundo agujero un gran caldero tapado con una losa. Cuando regresaron los del Villar para continuar su búsqueda, encontraron un día el hueco y en el fondo el recipiente tapado. Al meter las manos, en vez de monedas de oro, se encontraron con los excrementos de medio pueblo de Villarmeirin.Según cuentan, a partir de ese día, los Castros, cayeron en profundo olvido".

Vista general de Os Castros con la carretera al Villar al fondo

Sobre el supuesto Castro o Castros de Villarmeirín no existe apenas información publicada. Nunca se han realizado excavaciones en la zona para conocer algo más de su existencia, así que a falta de datos más precisos, transcribo lo aportado por Alfonso Fanjul Peraza en su libro "Los castros de Asturias", editado por Ayuntamiento de Teverga:

"Demasiadas dudas ofrece el pequeño promontorio rocoso de Os Castros de Villarmeirín, donde si acaso, tanto sus escasas dimensiones, como su ubicación en pleno fondo de valle, anexo a una posible vía de comunicación, nos indicaría la existencia de una posible torre de vigilancia vial de época medieval, realidad arqueológica a la que se adscribe sin duda, el Castelo de Fondodevilla, con una inmensa cantidad de derrumbes, coronados, como suele ser bastante habitual, por una torre eléctrica".

Cualquiera que sea la versión con la que nos quedemos, os invito a aprovechar el camino recientemente abierto por los vecinos de Villarmeirín para ir a echar un vistazo por la zona. Sólamente un consejo: no vayáis con pico y pala sino con muchas toneladas de ilusión porque "sólo el que no busca, encontrará el tesoro".

7 comentarios:

Alto Sil dijo...

Me ha gustado mucho el reportaje

La Marquesa dijo...

Largas tardes nos pasamos soñando, de niños, en encontrar todos los tesoros escondidos alrededor de Villaoril:

El gato de oro de las Peñas del Gato.
La cuna de oro de los Castros de Villarmeirín.
El tesoro de la fuente de la mora
Y el carro de plata de la Casa del Roxo.
Pero debimos de poner demasiadas ganas porque nada, de nada.
En fin, aún me quedan unos años de vida para seguir "ilusionada" buscando.

Rosa cunqueira dijo...

Maria precioso reportaje, creo el mayor tesoro es leer las historias, nos enriquecemos como personas, pero la historia es genial.
Gracias

El Bandido de Tormaleo dijo...

Lo bueno de las historias es la ilusión que crean en la gente. Sean veraces o falsas, qué importa?. Lo realmente importante es que esa ilusión se siga transmitiendo como hasta ahora de generación en generación.

Como dijo Calderón de la Barca: "La vida es sueño y los sueños, sueños son."

Eso sí, si algún día alguien encuentra alguno de los tesoros si que le va a hacer ilusión.

MARIA I. dijo...

Una bonita historia como las que me contaban a mi de pequeña del Castelo de Fondo de Villa y de la supuesta cueva que hay desde la luoseira hasta el Castelo, también como todos soñábamos con encontrar tesoros

Gonzalo de Suárez dijo...

Hola,soy de Villardecencias y me contaron esa historia muchas veces la gene mayor del pueblo, pero mi versión se diferencia en que los que buscaban el tesoro eran de Villarmeirín y el recipiente era una olla de barro con excrementos en el fondo y escorias de la fragua encima. La había enterrado allí un vecino del Villar, de Casa el Truito. Se supone que cada uno cuenta la feria como le va en ella...

Sobre los castros, aún quedan muchos ocultos y uno es el Castro de Roncán en Villarmeirín.
Un saludo a todos.

Anónimo dijo...

En el pico más alto del Txiedu, frente al estanque de agua, hay un rico tesoro....