martes, 13 de abril de 2010

EMPEZAR LA CASA POR EL LOUSADO

Estos días, como bien sabéis, estoy aprendiendo mucho sobre nuestros LOUSADOS o cubiertas de pizarra, así que vamos a comenzar hoy con un monográfico sobre el tema.


Prácticamente la totalidad de las casas abandonadas o deshabitadas de Ibias, comienzan su ruina precisamente por el lousado. Aunque las cubiertas de pizarra son relativamente resistentes y duraderas, requieren de un mínimo mantenimiento para evitar las goteras y para asegurar o recolocar en su sitio aquellas pizarras sueltas que se van deslizando o desprendiendo lentamente.



Así que, aunque pueda parecer una incongruencia, si deseamos que nuestra casa permanezca en pie, debemos empezar su mantenimiento por el lousado, ya que, en el momento que éste se vence y no aguanta, el resto de la vivienda va poco a poco detrás y los muros acabarán derrumbándose en un breve espacio de tiempo.

¿Verdad que da pena ver cómo la vegetación va haciéndose dueña de las casas y contribuyendo a derribarlas? Esos lousados que forman parte integral de nuestros paisajes en Ibias correrán poco a poco, si nadie lo remedia, la misma suerte que corrieron nuestros "teitos". Su colocación no resulta sencilla y tampoco precisamente barata, pero en nuestras manos está no permitir que este patrimonio arquitectónico acabe desaparecido.

En las siguientes entregas intentaremos ir viendo el cómo y por qué de estos lousados y la técnica que se utilizaba para su colocación. Mientras tanto, sigo practicando el noble deporte de la carga y transporte de pizarra... ¿quién necesita gimnasio teniendo un lousado que reparar?

8 comentarios:

El Bao dijo...

Muy interesantes las recomendaciones del mantenimiento de los lousados, buscar buenos lousadores ya buen puñao de perras, el resultado será sobresaliente.
Me gustan mucho estos lousados de pizarra, nada que ver con los de teja, tienen otro encanto.

La Marquesa dijo...

Nada María, a seguir transportando losas que, en esta vida siempre los hubo "trabajadores" y "nobles".
Recibe mi apoyo moral, que no mi dinero.

luisa dijo...

Es muy interesante la entrada de hoy, María.

Con el poco tiempo de que disponemos algunos, sería adecuado contar con una especie de directorio de profesionales de Ibias que prestaran sus servicios a aquellos que no disponemos ni del tiempo ni de la pericia necesaria para hacerlo por nosostros mismos. Sobre todo para aquellos que aún deseando mantener sus casas no conocen a quien acudir en casos de pequeñas reparaciones que realizadas a tiempo evitarían futuras cuantiosas y laboriosas obras.

Milio'i Sebastián dijo...

Seguiremos atentos a esta nueva serie de entradas prácticas.

Gonzalo de Suárez dijo...

Antes era raro que en cada pueblo no hubiera algun losador, en cambio ahora hay muy pocos y tienen tanto trabajo que tienes que pedir vez, es verdad que da pena ver los tejados así.

El Trasgo del Cadavín dijo...

Un día os deje pasmados con mis conocimientos enológicos por haber cavado viñas y transportado cestos de uvas en la vendimia. Pues además de eso, también soy un experto arquitecto por haberme hartado de acarrear piedras en unas parihuelas de madera y " puxar" por las vigas en algunas obras de Ibias: Sobre todo en la Cangas en Cecos. Si me hubiese conocido Norman Foster yo sería el primero de su equipo de mil arquitectos.
Bromas aparte, he visto el inmenso cuidado con que se armaban las vigas del techo, el cuidado con que se preparaban y labraban, las medidas que se hacían, las decenas de veces que se nivelaban, los "crucieros" con que se soportaba la del "cumbio", la colocación de "cangos" y refuerzos, etc:
Ese conjunto de decenas de vigas grandes y pequeñas, colocadas en todas direcciones pero todas tan imprescindibles que, al final,
forman un conjunto tan robusto y con los pesos tan compensados que son los que mantienen, durante cientos de años, las casas.
Si una gotera, como bien dice María, cae sobre un punto importante de toda la estructura y se pudre la madera, todo se viene abajo. De ahí la importancia de una simple pizarra o de un "maollo" de "colmo" en los techos de paja.
Da pena ver, hoy, esas viejas casas que nos muestras y que encierran tantas ilusiones bajo sus escombros.
Complicado tema has escogido, María
Por un pouco.

María del Roxo dijo...

Creo que a todos nos alegra que el Trasgo del Cadavín haya vuelto a comentar después de tanto tiempo. Te echamos mucho de menos en el Encuentro Bloguero y entre todos hemos decidido contratar los servicios de un detective para averiguar quién eres en realidad. Vete preparándote para dar el salto a la fama!

Luisa: qué más quisiéramos que poder contar con un directorio como el que sugieres. Si acaso, el boca a boca y la generosidad de algún amigo que, a pesar del poquísimo tiempo disponible, se decide a echar una mano. Lousadores hay muchos. Buenos, un puñado, y como dice Gonzalo, con lista de espera.

El Trasgo del Cadavín dijo...

Los mayores ya no valoramos el tiempo como vosotros los jóvenes. De todas formas, cuando disteis cuenta de vuestra reunión y vi las fotos del evento, hice un comentario que la censura no debió autorizar porque no se publicó.
Mientras no me destierren a Hontanares de Heresma , aquí estaré: Para leer vuestros comentarios, todos los días; para escribir yo, de vez en cuando.
Por un pouco