Sobran los motivos para visitar el Bosque de Muniellos en cualquier época del año...
Pero el otoño...¡ay!, ¿qué tendrá el otoño que siempre nos invita a regresar?
Tréboles, hongos, musgo, líquenes, cortezas, flores marchitas y hojas caducas, bajo una permanente capa de rocío, lluvia, humedad...
Esos caminos convertidos en improvisadas alfombras de llamativos colores...
cuyas hojas amortiguan el eco de nuestras pisadas, creando una atmósfera misteriosa y mágica en la que la huella del caminante se borrará rápidamente...
Un universo irreal, bello y ajeno en el que siempre seremos extraños...
8 comentarios:
Fíjate que suerte, María, fotografiar un trébol de 4 hojas.
Excelente vista, obviamente, la del Gavilán. Pero yo no conseguiría encontrar el trébol de cuatro hojas ni aunque me pagasen por ello. ¿Dónde está?
Tu amigo el Topo seguro que lo atopa.
Bueno,Xastre,tampoco es para tanto,si te das cuenta fotografio media hectaria de trevoles,alguno tenia que haber de 4 hojas.Ahora me diran que si la envidia fuera tiña...je,je.
Tienes razón, Chapras. Pero sigo sin ver el p... trébol.
Lo que no sabía era que los topos son vegetarianos y entienden de tréboles. Pensaba que eran más de lombrices y ratones (y que veían más bien poco). Y mis amistades no suelen tener costumbres tan extrañas, María.
Cada hoja del trébol se refieren a: la esperanza, la fe y el amor. La cuarta hace referencia a la suerte, pero creo yo que teniendo las tres primeras... de sobra. Por eso Xastre si no ve el de cuatro hojas será porque no necesita la suerte y va bien servido.
No consigo ver el trevol
cuando encuentras uno sera para toda la vida?
Llas fotos......con ese manto de hojas de colores preciosas....saludos
los hay...en mano me lo dió el neno de Muniellos hace 5 años..lo que quise hacer un marcapáginas y perdí la cuarta. Si es "suerte", claro está que la perdiese..,jeje. Hay que vivir el otoño en el monte que ya es tener suerte!
Publicar un comentario