miércoles, 23 de marzo de 2011

EL LIBRO DE LOS TESTAMENTOS

A Don Agustín Hevia Ballina le gusta navegar entre libros, pergaminos y legajos. En su modesto despacho, en cierta forma parecido al camarote de los Hermanos Marx, apenas se logra distinguir el escritorio, tapizado por un aluvión de documentos, carpetas con correspondencia, cartas abiertas esperando a ser contestadas, misivas sin abrir aguardando pacientemente su turno y altas pilas de libros, convenientemente señalizados con notas de colores para hallar más fácilmente lo que se requiere en cada momento.



El desorden aparente no sólo no parece perturbar lo más mínimo la paciente actitud de este hombre de Iglesia, sino que contribuye, seguramente a hacerle feliz. Para que el que no lo conozca se pueda hacer una idea de cuáles son sus actividades, Don Agustín es Canónigo Archivero de la catedral de Oviedo, Director del Archivo Histórico Diocesano de Oviedo, Presidente de la Asociación de Archiveros de la Iglesia en España, Subdirector del Museo Diocesano de la Iglesia, Secretario de la Comisión Diocesana del Patrimonio Cultural de la Iglesia, además de Profesor del Seminario Metropolitano de Oviedo, Miembro del Real Instituto de Estudios Asturianos, Miembro de la Asociación Española de Estudios Clásicos, Párroco de Sta. María de Lugás, S. Juan de Camoca y S. Andrés de Valdebárcena y Capellán de las Carmelitas Descalzas de Oviedo.

La ingente cantidad de documentación e información con la que se enfrenta diariamente no parece hacer mella ni en su carácter afable ni en su gran pasión, los libros, y cuanto más antiguos, tanto mejor. Don Agustín es hombre campechano y de trato cercano, modesto y trabajador, inteligentísimo y con una memoria que apabulla.

Andamos a la búsqueda de las referencias escritas más antiguas sobre Ibias, así que armado de su proverbial tranquilidad y de un manojo de llaves propio de un sereno, nos conduce por los entresijos de la Catedral de Oviedo a la búsqueda de alguno de los tesoros literarios e históricos que allí se encierran. Haría falta toda una vida para analizar con detalle los códices, pergaminos, legajos, testamentos, donaciones, actas y resto de documentación milenaria que aquí se guardan, pero lo bueno de contar con la ayuda del Maestro es que vamos a tiro fijo a la selección que previamente ha hecho para nosotros. Se trata, en primer lugar de El Libro de los Testamentos.



El Libro de los Testamentos es un códice miniado en pergamino, elaborado en tiempos del Obispo D. Pelayo, allá por 1120, que recoge distintas donaciones de particulares a la Iglesia de Oviedo. En sus entrañas se encuentra, nada menos, que la primera referencia escrita a nuestro concejo.

(*) La letra en color rojo es la inicial de Sancti Antonini de Ibias





Para descifrar lo que dice, pues no es tarea fácil, recurrimos al libro de Francisco Monge Calleja, "A la búsqueda del prerrománico olvidado", basado, precisamente en este Libro de los Testamentos. Aquí averiguamos que lo que tenemos ante nosotros es la donación efectuada el 29 de mayo de 1076 por Martín Rodríguez y su esposa a la Iglesia de Oviedo.


Continuando con las pesquisas, abrimos ahora el LIBER TESTAMENTORUM ECCLESIAE OVETENSIS y aquí hallamos el texto entero transcrito al latín y que nos explica qué es lo que incluye Martín en su donación: "un monasterio nostro propio vocabulo Sancti Antonini de Ibias secus alveum Ibiam inter Ceques e Quantes”


Espero que, al menos para los que hablan latín, la cosa haya quedado meridianamente clara: el monasterio de San Antolín, situado entre Cecos y Cuantas.




Si habéis quedado con ganas de ver más curiosidades del Archivo Diocesano, el próximo día nos vamos a las entrañas del “Becerro”.

5 comentarios:

luisa dijo...

Realmente interesante, María.

Un lujo codearse con testigos tan antiguos de nuestra historia, y respirar el mismo aire que esos pergaminos...

Esperemos al "Becerro".

Bernar dijo...

¡Acojonante!
Qué suerte entrar en un archivo de ese tipo.

Eres la bomba, ¿lo sabías?
:-)

El chapras dijo...

Maria...cada dia me quedo mas sorprendido de los sitios donde te metes,como dice Bernar ¡acojonante!.
Ya me gustaria a mi saber como lo haces,ademas teniendo en cuenta,que segun tengo entendido,el acceso a estos archivos no es facil,cosa por otro lado logica si se quieren conservar en perfecto estado.
Este hombre con tantas cosas a su cargo,el dia le tiene que quedar corto por todos lados,lo que demuestra que el que es trabajador,da lomismo que sea cura que peón de albañil.
Y otra cosa que se demuestra es,que hace mas quien quiere que quien puede,y esto lo digo por tí.No te van a poner una placa en el Ayuntamiento casi seguro,pero tienes la admiracion y el cariño de muchos ibienses,que vale mas que ninguna placa.
Aproposito de archivos,¿alguien sabe a donde fueron a parar los del Monasterio de Corias?ahí habia cosas muy interesantes,sobre todo del Occidente.

gavilan poyero dijo...

Indiana, no sigas buscando que al final, tú si que encuentras el Arca de la Alianza en Ibias.

Hi Maria, I porcum omne opus multo vales. Non sicut tu omnia tempus.
Salve

Gavilán

MARIA I. dijo...

Deseando ya,, que nos informes de tus descubrimientos........saludos