lunes, 22 de septiembre de 2008

RECUERDOS...

Hola María:

Impresionante lo que muestras sobre Villaoril, (Vichouril pa los de mi pueblo) y muy, muy guapo.

Me gustaría contarte una anécdota que tengo guardada desde pequeña y que recuerdo con mucho cariño. Te hablo del final de los años 60. Mi tío se pasaba los días recorriendo los pueblos de Ibias, se conocía a los habitantes de todos los pueblos y siempre estaba haciendo tratos con ellos. En cierta ocasión nos dijo a mi prima y a mí, que eramos pequeñas ( 8 y 13 años) que teníamos que ir a Vichouril a buscar un gato que nos regalaban para nuestra casa, nos dijo que preguntasemos en Casa del Roxu.

Salimos como a las 7 de la mañana, despues de una larga caminata por las pistas de varios pueblos, llegamos a Villauril. Nos sentíamos muy extrañas en aquel pueblo, no conocíamos a nadie allí. Se asomaron de una "era" gente que estaba a las labores del trigo o algo parecido y nos preguntaron que si buscábamos a alguien.

- Sí, la Casa del Roxu
- Ahí más abajo, llamarlo que debe de estar en casa.

En la puerta no había nada para llamar, dimos unos golpecitos, pero nada.

- No, no, llamarlo fuerte que igual no os oye.

En medio del pueblo y con los vecinos observando, a voces

- Roxu............Roxu..............

Yo sentía el corazón a mil pulsaciones y la cara debía de estar como un tomate. Una situación un tanto insólita y más en esa edad, donde todo te da vergüenza. Sale un señor, supuestamente el Roxu. Le preguntamos que si tenía un gato para nosotras. No entendía bien la cuestión. Luego nos dijo que debía de ser en la Casa de los Teresos, que preguntásemos allí.

La imagen que tengo grabada de esta Casa de los Teresos jamás se me olvidará. Es como una fotografía en mi mente: una escalera de piedra a la entrada; en el peldaño más alto, una señora hacía algo de labor o al menos las veces. Digamos que me chocó su indumentaria. Recuerdo perfectamente que llevaba madreñas y que, de tan usadas que estaban asomaba los dedos por fuera en la punta, a parte de varios pares de medias que se intuía llevaba por debajo de las madreñas.

En aquella casa vivían muchos hombres, creo que eran hermanos y solteros algunos. Sus boinas se veían de un color malva o azulado. El tema del gato fue muy complicado, pues ellos sí que tenían gatos bastantes, pero pasaba el tiempo y no eran capaces de coger al gato. Estaban por las cuadras de las vacas intentando buscarlo y nosotras estabamos a la expectativa de ver el gato ya en el saco y poder marcharnos a casa.

De pronto se desencadenó una fuerte tormenta y que teníamos que quedarnos a comer alli. Recuerdo la casa: Era una sola estancia con una ventana al fondo, camas a ambos lados, aperos de labranza, cosechas recogidas y almacenadas también en la estancia y lo más acogedor era el fuego encendido con la pota colgando y en el techo toda la carne de la matanza.

Nos calentaron leche recien ordeñada y nos la echaron en una taza blanca de porcelana...... luego nos migaron pan de centeno en la leche y que comiésemos... No recuerdo si me lo llegué a tomar o no, pero desde luego, la amabilidad de aquella gente nunca se me olvidará. Es como un recuerdo muy lejano pero muy entrañable, aunque la aventura no terminó muy bien.

Una vez en camino con el saco atado y el gato dentro, tuvimos un pequeño percance, pues el famoso gato no debía de estar muy conforme con el viaje que le esperaba. Se estaba portando un poco mal y mordió a mi prima en un dedo con saco y todo por el medio. La pobre estuvo meses con aquel dedo que no terminaba de curársele. A ella la aventura, fijo que tampoco se le olvidaría...

Volví años más tarde al pueblo, pero ya no tenía nada que ver con los recuerdos que yo guardaba, incluso ya se llegaba en coche... vamos, que a todas partes llega el progreso, pero la nostalgia de algunas imágenes en el recuerdo son un tesoro que merece la pena preservar. Ahora al ver las fotos de la gente de Villaoril, han despertado en mí ese lejano recuerdo que me he atrevido a contaros, cosas de otro tiempo y pensándolo bien.............. que cabeza tenía mi tío que nos envía a dos niñas a un pueblo que no conocíamos y bastante alejado a buscar un gato............ en fin..........

3 comentarios:

Unknown dijo...

qué historia más guapa!

María del Roxo dijo...

A mí también me lo parece. Bs.

Anónimo dijo...

Estoy impresinada.
Buen trabajo. Acabo de descubrirlo.
Entrañable.

bss