martes, 24 de marzo de 2009

TORGA


Lo primero que se me viene a la cabeza al visitar Torga es que es un pueblo contradictorio.

Podría decirse que este pueblo perteneciente a la Parroquia de Tormaleo es el primer pueblo de La Montaña que nos encontramos cuando se sube desde San Antolín, pero si empezamos el periplo desde Sisterna, Torga sería el último pueblo a visitar en nuestro recorrido descendente hacia la capital del Concejo.

También, a la vista del número de casas y dada su ubicación a ambos márgenes de la carretera, podría parecer un pueblo densamente poblado… pero esto es sólo un espejismo, ya que solamente tres casas permanecen habitadas durante todo el año y únicamente cinco habitantes forman el retén de guardia permanente.

Y luego, claro, está el paisaje: unas maravillosas vistas a las nevadas montañas si dirigimos nuestros ojos hacia el Pico de Miravalles...

Vista de Miravalles entre dos lousados de Casa Donisio


... y unas terribles ganas de llorar si miramos hacia la ladera de enfrente: uno más de los desastres medioambientales del Señor de la Penumbra, Victorino Alonso.


Véase la magnífica labor de restauración del medio llevada a cabo con el beneplácito o la vista gorda de todos los organismos (in)competentes.


Torga podría ser definida como una mujer: bella y contradictoria a la vez.



Situada a 830 m de altura, a media ladera de un valle por cuyo fondo serpentea el Río Luiña, fue lugar de permanente tránsito y vida durante muchos años. Así lo atestiguan sus dos bares (cerrados ya desde hace tiempo), su capilla y su escuela. Una cómoda pista conduce desde el pueblo a la Braña de Borde desde donde la vista promete ser excepcional. Lo dejaremos para cuando el buen tiempo esté más avanzado.

Ángel con su tractor




Y su hermano César con la herramienta al hombro

Mientras damos un agradable paseo por el pueblo nos vamos encontrando con alguno de sus vecinos, todos ellos ocupados en estos primeros días de primavera en las labores del campo: mientras Ángel con su tractor transporta el abono desde las cuadras a las tierras, el arado de Pepe traza rectos surcos para que su vecino Francisco pueda sembrar las patatas. Se trata de una labor de equipo en las que las únicas espectadoras ociosas somos mi acompañante Eva y yo misma.

Francisco sembrando las patatas


Pepe realizando un breve descanso

Aún así, y a pesar de sus múltiples ocupaciones, todos sonríen abiertamente y tienen tiempo de pararse un rato a echar una parrafada. Hay mucho trabajo por hacer, pero a Torga no ha llegado el estrés ni la ansiedad de la vida urbana. Algún cartel de perro peligroso y dos ejemplares de grandes dimensiones consiguen imponernos un poco de respeto, pero no es más que otra de las contradicciones de Torga… los perros resultan tan inofensivos como imponentes.



La mayor parte de las casas de Torga son nuevas o han sido profundamente transformadas en aras de una mejor calidad de vida: paredes lucidas y encaladas, ventanas de aluminio, persianas, calefacción… Las casas que no han sufrido esta transformación forman un equipo perdedor aunque lleno de encanto fotográfico, con grietas en las paredes, vegetación creciendo en sus tejados y ventanas que parecen ojos llorosos suplicando un poco de atención.

Casa del Palleiro


Casa Morentán

De esta quema se salvan por derecho propio la Casa de Donisio, que merecerá un capítulo aparte y la Casa de Cachón, quizás no tan bien conservada como la primera, pero manteniendo con dignidad su estructura tradicional con cuadras, palleiro, era y hórreo.

Han pasado dos horas y nos ha parecido un suspiro… Nos quedan muchas cosas por hacer y mucho que saber de Torga. Lo dejaremos para la siguiente oportunidad.

En la foto superior, Eva Fernández Toimil de Casa Hipólito, excelente cicerone y guía de su pueblo.

17 comentarios:

El Bao dijo...

Estupendo reportaje sobre Torga, gracias por acercarnos a lugares mágicos, recuerdo haber parado alguna vez de camino a San Antolín, había un bar en la carretera y el señor que lo regentaba hacía labores en el campo, pero enseguida vino a servirnos, también nos abastecimos de miel, una pena que ya esté cerrado.

La Marquesa dijo...

La pena, como siempre es que los pueblos se van muriendo...
Tenemos que volver de la ciudad al campo ¡Algún día!.
Maravilloso reportaje.

Anónimo dijo...

Que poco has tardado en plasmar en tu magnifica página todas tus notas y tus fotografias.
Gracias María por tan lindas palabras hacía mi pueblo y por haberme dado la oportunidad de ser tu gúia enseñando al mundo este lugar tan querido por mi.
Un abrazo a todos los de Torga y a todos los que visiten este blog.

Anónimo dijo...

Me parece conocido este pueblo,¿no se si viviria en el durante 45 años?.
Que pena que en lugar del domingo no fueras el sabado, te invitaria a tomar un cafe y a que conocieras mi casa.
Muy bonito el reportaje no se si te dijeron que donde sacaste la foto a Eva,ese camino era un cementerio celta,antes de echarlo de cemento se veian las tumbas de piedra todo el camino arriba.
Tenemos Santos en la capilla que son de madera y muy antiguos y el retablo tambien,no se si lo viste si no es asi tienes otra obligada visita a este lugar.
Esperemos que vengas en Semana Santa y te llebamos a visitar Busante un pueblo que merece la pena conocer.

Gracias a Eva por llevarte a conocernos,me alegro de que la gente joven se preucupe del pueblo, asi no se morira.

Un saludo y recuerdos a Eva.

María del Roxo dijo...

Eva: Gracias a ti, por supuesto! Para mí fue todo un placer contar con tu compañía.

Chapras: En Semana Santa me apunto a la excursión a Busante. Si que visité la capilla, pero merece una entrada para ella sola.
¿Qué es eso del cementerio celta? ¿Hay tumbas celtas debajo del camino?

La Marquesa dijo...

Creo que, si vuesas señorías lo estiman a bien, La Marquesa igual se apunta a esa excursión de Semana Santa (no os preocupéis que iré de incognito para no provocar demasiado alboroto en el pueblo).
Por cierto, Chapras, el tema del cementerio celta también me ha llamado la atención. ¡Hay que redescubrirlo!

Anónimo dijo...

Si Maria lo que pasa es que fuimos tan listos que las tapamos,daba algo de repelus caminar sobre ellas.
Si quieres ver unas que todabia se conservan destapadas te las podemos enseñar ,no estan en nuestro pueblo pero son exactamente iguales.
Sabiamos que eran celtas por que un maestro que era licenciado en historia llevo los utensilios de barro que salian de las tumbas para analizar y dijo que pertenecian a esa época.

En semana santa voy a estar bastantes dias haber si coincidimos.

Un saludo

Anónimo dijo...

Bueno yo poco os puedo hablar del cementerio, pero se que cuando mi padre arreglo el garaje encontró piedras muy grandes y me contó que aquello que estabamos pisando era antiguamnte un cementerio.

Chapras, al final tus comentarios te delatan quien se esconde bajo ese nombre (je je)y gracias por tu palabras.. Bueno yo tambien estáre por ahí en semana santa asi que nos veremos todos.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

el comentaro de antes es mio, no se por que me aparecio anonimo. EVA.

Anónimo dijo...

Buena cicerone, buena guia y buenisima persona. Hace tiempo que la conozco fuimos compañeros de colegio y donde te ve allí te saluda muy agradablemente.
Espero que todo te vaya bien. te lo mereces.

Anónimo dijo...

Perdón, el anónimo soy yo. No se que hice para que saliese sin mi nombre. Eva.

Anónimo dijo...

Denada Eva ,como ánonimo tambien te delatas jajaja.

Señaa Marquesa mi humilde morada esta abierta para la nobleza siempre,empezare a contratar el servicio que tedra que pagar el marquesado,¡ya veremos donde podemos alojarlos¡.

Un saludo.

Valles de La Tercia y Arbas dijo...

Enhorabuena a los que vivís en Torga, un pueblo precioso y, encima, con un tesoro celta enterrado bajo el hormigón!!!.

El Bandido de Tormaleo dijo...

Cementerios, muertos, que cantidad de cosas oscuras. Mira tú que en Semana Santa no se podrán hacer otras cosas, como la I Quedada de Blogueros del Lejano Oeste, acompañado de chupitos, rosca y demás manjares que ya parecen haberse borrado de vuestras cabezas.

Y siempre dejando tiempo para ir de procesión.

Anónimo dijo...

Si pudiese también me apuntaría a la excursión pero me temo que no va a ser posible, rebus sic estantibus.

La Marquesa dijo...

Tranquilo Chapras.
No quiero que la visita del Marquesado os cause ninguna molestia.
El servicio del la Marquesa viajárá con ella, con lo cual ya se encargará de todo.
Se agradece su modesto ofrecimiento.
Si mi carroza llega a tiempo, me uniré a María del Roxo en la excursión de Semana Santa.
He de comentar, que, para tan señalado evento, el Sr. Marqués gustaría de acompañarme...

Sandra Rodriguez dijo...

Que bonito ver desde Barcelona el pueblo en el que se crio mi madre. Me llamo Sandra y soy la hija de Elena de Barcelona, de casa de Pepón de Torga. Me alegra ver a tanta gente hablando de Ibias.
Un saludo a todos desde Barcelona.