Como apunté alguna vez, me gustaba la caza y me gustaba la pesca. pisé el río Ybias desde la desembocadura en el Navia hasta el Corralín. Es un río precioso. Me encantan las orillas rocosas que se elevan muchos metros por encima del cauce y donde nacen árboles de más de 30 metros de altura y por los que no tenía más remedio que bajar o subir para seguir avanzando. Me gustaba especialmente desde el puente de Cecos hasta el rigueiro de Boiro, el tramo desde Bustelo al Mazo que siempre ha compensado los esfuerzos de su recorrido. Pero el más querido ha sido desde el puente de la Poza al Puente Nuevo. Con mi caña de bambú, unos zapatos viejos, unos cuantos metros de tanza y media docena de anzuelos, pasé días inolvidables. Siento una gran nostalgia al recordar cada rincón del mismo. Un abrazo.
4 comentarios:
Donde andarán las truchas?
Las que pescó María, en el Ibias. De ahí lo de "Ay, penas, peninas, penas, penas, as penas del Furacón...". (cada vez estoy peor; vaya semanita).
Xastre: si necesitas un psiquiatra de confianza, ya te paso el teléfono. Igual nos hace precio de grupo...
Como apunté alguna vez, me gustaba la caza y me gustaba la pesca.
pisé el río Ybias desde la desembocadura en el Navia hasta el Corralín. Es un río precioso. Me encantan las orillas rocosas que se elevan muchos metros por encima del cauce y donde nacen árboles de más de 30 metros de altura y por los que no tenía más remedio que bajar o subir para seguir avanzando. Me gustaba especialmente desde el puente de Cecos hasta el rigueiro de Boiro, el tramo desde Bustelo al Mazo que siempre ha compensado los esfuerzos de su recorrido. Pero el más querido ha sido desde el puente de la Poza al Puente Nuevo. Con mi caña de bambú, unos zapatos viejos, unos cuantos metros de tanza y media docena de anzuelos, pasé días inolvidables.
Siento una gran nostalgia al recordar cada rincón del mismo.
Un abrazo.
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