lunes, 12 de septiembre de 2011

GUÍA DE ANCARES

AL SUROESTE DEL LEJANO OESTE...



¿Qué hay más allá del Lejano Oeste?

De pequeña me preguntaba que habría tras aquella inaccesible muralla de montañas capitaneada por Rugueira…

La gente hablaba de FORNELA, a cuyo santuario de TRASCASTRO había que acudir sin falta cada 15 de agosto para cumplir con las promesas de los ofrecidos, acercarse de rodillas desde que se daba vista al templo o caminar descalzo una buena parte del camino. Fornelos. Comerciantes, guarnicioneros, que hicieron de la venta a domicilio de paños y objetos de cuero su forma de vida. También los mayores hablaban entonces del Santeiro (padre) que se jugaba los cuartos con la Virgen de Trascastro en el Alto del Cuadro.

Más allá de Rugueira, estaba MIRAVALLES, desde donde don Manuel afirmaba que se veían siete estaciones de ferrocarril. Otro mundo lejano y desconocido para mí, pero muy transitado por los manteigueiros y arrieros de Ibias, que acudían por el valle de ANCARES hasta Suertes a comprar pellejos de vino o hasta Vega de Espinareda para realizar transacciones de compra y venta en su famoso mercado de ganado. Los males del alma son tres – se decía entonces – cunqueiro, fornelo y ancarés, haciendo referencia a la habilidad en los negocios de todos estos grupos seminómadas que, obligados por las difíciles circunstancias geográficas de los países en que vivían, tenían que buscarse la vida fuera de casa durante una buena parte del año.

NAVIA DE SUARNA también ejercía una especial fascinación sobre mí. Los bailes en A Casa Nova, junto al río, al puente medieval (uno de los más bonitos que conozco), al castillo…y allá cerca, a los pies de Piliceira, Rao, con el cruceiro retratado por Walter Ebeling, y la huerta de Gegúndez - un verdadero vergel, a decir de mi tía-. Otros pueblos como Larxentes, Queizán o Villarantón, que albergan huellas y memoria de buena parte de mis ancestros…

Yendo más lejos todavía, internándose en las provincias de León y de Lugo, respectivamente, viejas tierras misteriosas de nombres sugestivos y atractivas resonancias: Burbia, Cervantes, Donís, Balboa… Municipios, concellos y pueblos que se han ido agrupando estos últimos años en torno al valle original de Ancares y que hoy se funden bajo la irresistible atracción que ejerce el mágico nombre de ANCARES.

La Guía de Ancares de Julio Álvarez Rubio no es una guía al uso. Es un libro voluble y caprichoso, que ajeno a las aburridas descripciones técnicas e históricas, se recrea en el paisaje, en lo cercano, en lo humano, en lo divino… y también en lo diabólico – el que lo lea entenderá por qué lo digo-.

Entre sus páginas nos deslizamos desde el castro de Chano a las pallozas de Piornedo, donde casi nos parece ver al gato do demo a punto de provocar un incendio. Paseamos por pazos que dieron nombre a linajes centenarios, por románticos castillos como el de Doiras, por evocadoras leyendas como la de A Donina Cerva, por brañas de excepcional belleza como la de Campo del Agua, por iglesias rebeldes, como la de Donís, y otras que dieron cobijo a una santa viajera, como la de Suárbol. Julio nos conduce por senderos y caminos para mostrarnos trazas de las antiguas minas y canales romanos de Reconquiños y La Leitosa, huellas de glaciarismo y de explotación forestal, puntos geográficos únicos donde confluyen tres municipios, tres provincias, tres comunidades autónomas…Para viajar con esta compañía hay que ir ligero de equipaje, con hambre de historia y de historias, con apetito para saborear los manjares de Balouta o de Piornedo, con sed para beber de las fuentes prodigiosas de Teixeira, con energía para conquistar la cumbre del Cuiña y con diccionario para entender el dialecto de los fornelos.

Viajar con Julio –con su libro en el bolsillo- es hacerlo sin prisas y con pausas, deteniéndonos para descubrir la Arcadia, para fotografiar al can curiosón, para escuchar a Manuel Cadenas tocando la armónica y para charlar con aquella mujer de Luiña que aseguraba que desde el pico de Miravalles, en días claros, se ve la torre de la Telefónica en Madrid. Y es que, como asevera el autor, “cuando un asturiano sale voluntarioso, ve lo que haga falta”.

Gracias, Julio, por viajar con nosotros, por abrirnos los ojos y despertarnos el apetito por descubrir – o redescubrir –FORNELA, BURBIA, CERVANTES, SUARNA… ANCARES, en coche y a pie.

8 comentarios:

Xastre dijo...

Enhorabuena a Julio por su obra (y no sólo por ésta última). Este verano cayó por casualidad en mis manos el libro "Aventureros del tiempo", y a punto estuvo su dueña de no volverlo a ver... Ibias, Alto Sil, Ancares... Cada día que pasa, nuestro rincón del mundo es más conocido. Y si, después de estos trabajos, alguien lo desconoce aún, no será por la falta de información detallada.

El Trasgo del Cadavín dijo...

No se cuándo hice aquí el último comentario. Estuve estos meses muy descentrado y sin gana de decir nada, aunque siempre seguí, atento, vuestras entradas y vuestras andanzas. Y os voy a decir los motivos:
Cuando mi hijo Apolinar ( como algunos sabéis, es un poco bruto y egoísta) quiere estar tranquilo, suele invitarnos a una comilona a mi, mi otro hijo, Lisardo y a su mujer. Así, entre dolores de estómago,dolores de cabeza y subidas de tensión, no le molestamos en varias semanas. El 30 de abril fue mi 87 cumpleaños, nos invitó en Casa Victor y hasta mediados de junio, no levantamos cabeza; el 30 marchamos para Hontanares, donde siempre me encuentro bien físicamente, pero mal de ánimo.
En agosto, Apolinar, se empeñó en hacer un recorrido por La Granja de San Ildefonso, visita a la fábrica de DYC en Palazuelos de Eresma , donde nos tomamos un chupito aunque él no lo quiso probar porque dice que es muy malo y terminamos comiendo el cochinillo en el
restaurante José María de Segovia. Así es que no me repuse en todo el mes. Menos mal que ya me encuentro mirando al Cantábrico y con la tranquilidad de mi casa y mis cosas.
Hoy soy feliz con tus comentarios sobre Ancares, Fornela y Navia que me llenan de euforia y me hacen revivir mis años mozos. Recuerdo el primer viaje que hice con mi padre a Candín con un caballo que nos prestó el tio
Manuel de Tomasón de Villarmeirin. En el Alto del Cuadro nos encontramos con Antonín de Buelta y su cuñado Baldomero de Rigueras tomando un trago de vino y un bocado para seguir camino de Sortes ya en su compañía. Era en mayo y aún tuvimos que cruzar un par de "Cellas de Nieve" con los caballos de ramal.
Tenía doce años pero me acuerdo con más detalle que de lo que hice ayer.
Recordaban, entre grandes risas, un viaje a la feria del Espino el año anterior acompañados de D. Manuel del Roxo de Villaoril, Pablo Cadenas de Taladrid y otros distinguidos comparsas. Parece ser que Pablo había comprado un caballo a unos gitanos de Cacabelos y mientras unos le explicaban cómo estos los domesticaban para regresar con sus anteriores dueños, otros le soltaron la cabezada del caballo que ocultaron en una cuadra de Sésamo hasta su regreso.
No había tv, ni radio, ni prensa, pero las chanzas y juergas que comentaban eran monumentales, sin que los más pequeños nos atreviésemos a interrumpir.
Bueno, escrito esto, me dan ganas de borrarlo porque a quién interesan estas cosa de mayores.
Si no lo hago es por no sentirme frustrado. Os pido disculpas.
María, has de decirme en qué librería de Gijón puedo encontrar el libro de Ancares.
Un abrazo a todos y por un pouco.

María del Roxo dijo...

Gracias, Trasgo, te echábamos de menos. Tus comentarios tienen siempre mucha más enjundia que las entradas. En el último encuentro bloguero, como en todos los anteriores, ya brindamos a tu salud, que seguro es de hierro a pesar de los intentos de Apolinar por obtener su herencia cuanto antes...
He visto en internet que el libro lo venden en la Librería Central y en Cornión, en Gijón. En Oviedo lo tienen unas cuantas (Polledo, Santa Teresa, Cervantes y Ojanguren, por lo menos).

El chapras dijo...

Parece muy interesante este libro,aunque he de comentar,y no quiero ser agorero,pues no lo lei solo por lo que comenta Maria,que el Valle de los Ancares es uno,Fornela, Cervantes etc,etc,son aparte,por lo demas el famoso dicho yo lo se de otra manera,"los enemigos del hombre son 3 fornelo,freixo y ancares"como no se cansaba de repetirme un compañero de trabajo,fornelo,aludiendo a que los "frixos"eramos los de Ibias,ó "os del outro lao da colaba"como dicen los baloutos para referirse a nosotros.
Me alegro de ver por estos lares al Señor Trasgo,aunque me lo cruce un dia de estos por el Cantabrico(no voy a decir donde)y a pesar de mis reiterados vocinazos no se entero,pero se veia bastante bien de salud,a pesar de sus innumerables achaques,claro.

Manolo dijo...

Gracias Maria por todo el trabajo que haces y recordar tantos lugares que en algunos estuve yo cuando era un neno como desfruto estas cosas desde la lejania

PAÑEDA dijo...

Que hay mas allá del Lejano Oeste?. J. M. Quadrado, en la obra Recuerdos y Bellezas de España (que quizás hayas leído), describe esa zona de una manera (en aquel tiempo, final del XIX) literalmente salvaje, tanto el medio como sus habitantes... A medida que se interna hácia el sur, hácese mas quebrado y montuoso el suelo, mas escasos y míseros los lugares, mas incultos sus moradores; y al llegar el viajero, cruzando el concejo de Ibias, á los encumbrados puertos que divididos por hondos valles trazan los confines de las tres provincias de Galicia, Asturias y Leon, asómbrase de verse en el seno de un país completamente salvage. Grupos de pajizas cabañas, figuras pálidas y vellosas con informes harapos por vestidos, con inarticulados gritos por lenguaje, parecidas casi á los osos de sus breñas, tropas de niños y mugeres huyendo con espanto al desacostumbrado ruido de las pisadas de un caballo ó saliendo á su encuentro con estúpida curiosidad, pobrísimos hogares donde son objeto de lujo casi desconocido el pan, el vino y el aceite, pueblan solamente aquel territorio por otra parte pintoresco, pero infeliz y agreste sobre todos los fronterizos.
Saludos y salud.

María del Roxo dijo...

Chapras, tienes razón: el valle original de Ancares es uno sólo, pero dado que el nombre vende mucho desde el punto de vista turístico, los demás se han ido sumando al carro. En la guía se explica cómo Burbia, Fornela, Cervantes y Suarna se han convertido ya en una marca "LOS ANCARES-OS ANCARES"... y debo reconocer que los vecinos gallegos están haciendo un trabajo impresionante para promocionar la zona.

Pañeda: Gracias por la estupenda aportación. No conocía el texto. No sé si el hombre era muy impresionable o tan exagerado como Eugenio de Salazar describiendo Tormaleo en el s. XVI.

Carlos de Sebastián dijo...

¡Maaadremía! Lo de Don Julio ia increíble. Este home nun tien parada.