Por fin unos días para desconectar de la rutina y de los horarios.
Es tiempo de apagar el ruido y escuchar el silencio.
Hora de abrir horizontes, conocer paisajes y madurar ideas.
Tiempo para descansar y para diseñar proyectos.
Unas vacaciones para vivirlas y disfrutarlas
sin internet, sin blog, sin facebook y sin reloj.
Volvemos allá por el día 24.
O no...
Mejor no hacer planes.